lunes, 2 de diciembre de 2019

Carta apostólica Admirabile signum del Santo Padre Francisco sobre el significado y el valor del Belén



CARTA APOSTÓLICA EL HERMOSO SIGNO DEL PESEBRE DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL SIGNIFICADO Y EL VALOR DEL BELÉN

1. El hermoso signo del pesebre, tan estimado por el pueblo cristiano, causa siempre asombro y admiración. La representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría. El belén, en efecto, es como un Evangelio vivo, que surge de las páginas de la Sagrada Escritura. La contemplación de la escena de la Navidad, nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre. Y descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él.
Con esta Carta quisiera alentar la hermosa tradición de nuestras familias que en los días previos a la Navidad preparan el belén, como también la costumbre de ponerlo en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en las plazas... Es realmente un ejercicio de fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza. Se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada.

2. El origen del pesebre encuentra confirmación ante todo en algunos detalles evangélicos del nacimiento de Jesús en Belén. El evangelista Lucas dice sencillamente que María «dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada» (2,7). Jesús fue colocado en un pesebre; palabra que procede del latín: praesepium.
El Hijo de Dios, viniendo a este mundo, encuentra sitio donde los animales van a comer. El heno se convierte en el primer lecho para Aquel que se revelará como «el pan bajado del cielo» (Jn 6,41). Un simbolismo que ya san Agustín, junto con otros Padres, había captado cuando escribía: «Puesto en el pesebre, se convirtió en alimento para nosotros» (Serm. 189,4). En realidad, el belén contiene diversos misterios de la vida de Jesús y nos los hace sentir cercanos a nuestra vida cotidiana.
Pero volvamos de nuevo al origen del belén tal como nosotros lo entendemos. Nos trasladamos con la mente a Greccio, en el valle Reatino; allí san Francisco se detuvo viniendo probablemente de Roma, donde el 29 de noviembre de 1223 había recibido del Papa Honorio III la confirmación de su Regla. Después de su viaje a Tierra Santa, aquellas grutas le recordaban de manera especial el paisaje de Belén. Y es posible que el Poverello quedase impresionado en Roma, por los mosaicos de la Basílica de Santa María la Mayor que representan el nacimiento de Jesús, justo al lado del lugar donde se conservaban, según una antigua tradición, las tablas del pesebre.
Las Fuentes Franciscanas narran en detalle lo que sucedió en Greccio. Quince días antes de la Navidad, Francisco llamó a un hombre del lugar, de nombre Juan, y le pidió que lo ayudara a cumplir un deseo: «Deseo celebrar la memoria del Niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno entre el buey y el asno»[1]. Tan pronto como lo escuchó, ese hombre bueno y fiel fue rápidamente y preparó en el lugar señalado lo que el santo le había indicado. El 25 de diciembre, llegaron a Greccio muchos frailes de distintos lugares, como también hombres y mujeres de las granjas de la comarca, trayendo flores y antorchas para iluminar aquella noche santa. Cuando llegó Francisco, encontró el pesebre con el heno, el buey y el asno. Las personas que llegaron mostraron frente a la escena de la Navidad una alegría indescriptible, como nunca antes habían experimentado. Después el sacerdote, ante el Nacimiento, celebró solemnemente la Eucaristía, mostrando el vínculo entre la encarnación del Hijo de Dios y la Eucaristía. En aquella ocasión, en Greccio, no había figuras: el belén fue realizado y vivido por todos los presentes[2].
Así nace nuestra tradición: todos alrededor de la gruta y llenos de alegría, sin distancia alguna entre el acontecimiento que se cumple y cuantos participan en el misterio.
El primer biógrafo de san Francisco, Tomás de Celano, recuerda que esa noche, se añadió a la escena simple y conmovedora el don de una visión maravillosa: uno de los presentes vio acostado en el pesebre al mismo Niño Jesús. De aquel belén de la Navidad de 1223, «todos regresaron a sus casas colmados de alegría»[3].

3. San Francisco realizó una gran obra de evangelización con la simplicidad de aquel signo. Su enseñanza ha penetrado en los corazones de los cristianos y permanece hasta nuestros días como un modo genuino de representar con sencillez la belleza de nuestra fe. Por otro lado, el mismo lugar donde se realizó el primer belén expresa y evoca estos sentimientos. Greccio se ha convertido en un refugio para el alma que se esconde en la roca para dejarse envolver en el silencio.
¿Por qué el belén suscita tanto asombro y nos conmueve? En primer lugar, porque manifiesta la ternura de Dios. Él, el Creador del universo, se abaja a nuestra pequeñez. El don de la vida, siempre misterioso para nosotros, nos cautiva aún más viendo que Aquel que nació de María es la fuente y protección de cada vida. En Jesús, el Padre nos ha dado un hermano que viene a buscarnos cuando estamos desorientados y perdemos el rumbo; un amigo fiel que siempre está cerca de nosotros; nos ha dado a su Hijo que nos perdona y nos levanta del pecado.
La preparación del pesebre en nuestras casas nos ayuda a revivir la historia que ocurrió en Belén. Naturalmente, los evangelios son siempre la fuente que permite conocer y meditar aquel acontecimiento; sin embargo, su representación en el belén nos ayuda a imaginar las escenas, estimula los afectos, invita a sentirnos implicados en la historia de la salvación, contemporáneos del acontecimiento que se hace vivo y actual en los más diversos contextos históricos y culturales.
De modo particular, el pesebre es desde su origen franciscano una invitación a “sentir”, a “tocar” la pobreza que el Hijo de Dios eligió para sí mismo en su encarnación. Y así, es implícitamente una llamada a seguirlo en el camino de la humildad, de la pobreza, del despojo, que desde la gruta de Belén conduce hasta la Cruz. Es una llamada a encontrarlo y servirlo con misericordia en los hermanos y hermanas más necesitados (cf. Mt 25,31-46).

4. Me gustaría ahora repasar los diversos signos del belén para comprender el significado que llevan consigo. En primer lugar, representamos el contexto del cielo estrellado en la oscuridad y el silencio de la noche. Lo hacemos así, no sólo por fidelidad a los relatos evangélicos, sino también por el significado que tiene. Pensemos en cuántas veces la noche envuelve nuestras vidas. Pues bien, incluso en esos instantes, Dios no nos deja solos, sino que se hace presente para responder a las preguntas decisivas sobre el sentido de nuestra existencia: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Por qué nací en este momento? ¿Por qué amo? ¿Por qué sufro? ¿Por qué moriré? Para responder a estas preguntas, Dios se hizo hombre. Su cercanía trae luz donde hay oscuridad e ilumina a cuantos atraviesan las tinieblas del sufrimiento (cf. Lc 1,79).
Merecen también alguna mención los paisajes que forman parte del belén y que a menudo representan las ruinas de casas y palacios antiguos, que en algunos casos sustituyen a la gruta de Belén y se convierten en la estancia de la Sagrada Familia. Estas ruinas parecen estar inspiradas en la Leyenda Áurea del dominico Jacopo da Varazze (siglo XIII), donde se narra una creencia pagana según la cual el templo de la Paz en Roma se derrumbaría cuando una Virgen diera a luz. Esas ruinas son sobre todo el signo visible de la humanidad caída, de todo lo que está en ruinas, que está corrompido y deprimido. Este escenario dice que Jesús es la novedad en medio de un mundo viejo, y que ha venido a sanar y reconstruir, a devolverle a nuestra vida y al mundo su esplendor original.

5. ¡Cuánta emoción debería acompañarnos mientras colocamos en el belén las montañas, los riachuelos, las ovejas y los pastores! De esta manera recordamos, como lo habían anunciado los profetas, que toda la creación participa en la fiesta de la venida del Mesías. Los ángeles y la estrella son la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor.
«Vayamos, pues, a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha comunicado» (Lc 2,15), así dicen los pastores después del anuncio hecho por los ángeles. Es una enseñanza muy hermosa que se muestra en la sencillez de la descripción. A diferencia de tanta gente que pretende hacer otras mil cosas, los pastores se convierten en los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la salvación que se les ofrece. Son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acontecimiento de la encarnación. A Dios que viene a nuestro encuentro en el Niño Jesús, los pastores responden poniéndose en camino hacia Él, para un encuentro de amor y de agradable asombro. Este encuentro entre Dios y sus hijos, gracias a Jesús, es el que da vida precisamente a nuestra religión y constituye su singular belleza, y resplandece de una manera particular en el pesebre.

6. Tenemos la costumbre de poner en nuestros belenes muchas figuras simbólicas, sobre todo, las de mendigos y de gente que no conocen otra abundancia que la del corazón. Ellos también están cerca del Niño Jesús por derecho propio, sin que nadie pueda echarlos o alejarlos de una cuna tan improvisada que los pobres a su alrededor no desentonan en absoluto. De hecho, los pobres son los privilegiados de este misterio y, a menudo, aquellos que son más capaces de reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros.
Los pobres y los sencillos en el Nacimiento recuerdan que Dios se hace hombre para aquellos que más sienten la necesidad de su amor y piden su cercanía. Jesús, «manso y humilde de corazón» (Mt 11,29), nació pobre, llevó una vida sencilla para enseñarnos a comprender lo esencial y a vivir de ello. Desde el belén emerge claramente el mensaje de que no podemos dejarnos engañar por la riqueza y por tantas propuestas efímeras de felicidad. El palacio de Herodes está al fondo, cerrado, sordo al anuncio de alegría. Al nacer en el pesebre, Dios mismo inicia la única revolución verdadera que da esperanza y dignidad a los desheredados, a los marginados: la revolución del amor, la revolución de la ternura. Desde el belén, Jesús proclama, con manso poder, la llamada a compartir con los últimos el camino hacia un mundo más humano y fraterno, donde nadie sea excluido ni marginado.
Con frecuencia a los niños —¡pero también a los adultos!— les encanta añadir otras figuras al belén que parecen no tener relación alguna con los relatos evangélicos. Y, sin embargo, esta imaginación pretende expresar que en este nuevo mundo inaugurado por Jesús hay espacio para todo lo que es humano y para toda criatura. Del pastor al herrero, del panadero a los músicos, de las mujeres que llevan jarras de agua a los niños que juegan..., todo esto representa la santidad cotidiana, la alegría de hacer de manera extraordinaria las cosas de todos los días, cuando Jesús comparte con nosotros su vida divina.

7. Poco a poco, el belén nos lleva a la gruta, donde encontramos las figuras de María y de José. María es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo. Su imagen hace pensar en el gran misterio que ha envuelto a esta joven cuando Dios ha llamado a la puerta de su corazón inmaculado. Ante el anuncio del ángel, que le pedía que fuera la madre de Dios, María respondió con obediencia plena y total. Sus palabras: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38), son para todos nosotros el testimonio del abandono en la fe a la voluntad de Dios. Con aquel “sí”, María se convertía en la madre del Hijo de Dios sin perder su virginidad, antes bien consagrándola gracias a Él. Vemos en ella a la Madre de Dios que no tiene a su Hijo sólo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica (cf. Jn 2,5).
Junto a María, en una actitud de protección del Niño y de su madre, está san José. Por lo general, se representa con el bastón en la mano y, a veces, también sosteniendo una lámpara. San José juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de María. Él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia. Cuando Dios le advirtió de la amenaza de Herodes, no dudó en ponerse en camino y emigrar a Egipto (cf. Mt 2,13-15). Y una vez pasado el peligro, trajo a la familia de vuelta a Nazaret, donde fue el primer educador de Jesús niño y adolescente. José llevaba en su corazón el gran misterio que envolvía a Jesús y a María su esposa, y como hombre justo confió siempre en la voluntad de Dios y la puso en práctica.

8. El corazón del pesebre comienza a palpitar cuando, en Navidad, colocamos la imagen del Niño Jesús. Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma. Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos.
El nacimiento de un niño suscita alegría y asombro, porque nos pone ante el gran misterio de la vida. Viendo brillar los ojos de los jóvenes esposos ante su hijo recién nacido, entendemos los sentimientos de María y José que, mirando al niño Jesús, percibían la presencia de Dios en sus vidas.
«La Vida se hizo visible» (1Jn 1,2); así el apóstol Juan resume el misterio de la encarnación. El belén nos hace ver, nos hace tocar este acontecimiento único y extraordinario que ha cambiado el curso de la historia, y a partir del cual también se ordena la numeración de los años, antes y después del nacimiento de Cristo.
El modo de actuar de Dios casi aturde, porque parece imposible que Él renuncie a su gloria para hacerse hombre como nosotros. Qué sorpresa ver a Dios que asume nuestros propios comportamientos: duerme, toma la leche de su madre, llora y juega como todos los niños. Como siempre, Dios desconcierta, es impredecible, continuamente va más allá de nuestros esquemas. Así, pues, el pesebre, mientras nos muestra a Dios tal y como ha venido al mundo, nos invita a pensar en nuestra vida injertada en la de Dios; nos invita a ser discípulos suyos si queremos alcanzar el sentido último de la vida.

9. Cuando se acerca la fiesta de la Epifanía, se colocan en el Nacimiento las tres figuras de los Reyes Magos. Observando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones: oro, incienso y mirra. También estos regalos tienen un significado alegórico: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura.
Contemplando esta escena en el belén, estamos llamados a reflexionar sobre la responsabilidad que cada cristiano tiene de ser evangelizador. Cada uno de nosotros se hace portador de la Buena Noticia con los que encuentra, testimoniando con acciones concretas de misericordia la alegría de haber encontrado a Jesús y su amor.
Los Magos enseñan que se puede comenzar desde muy lejos para llegar a Cristo. Son hombres ricos, sabios extranjeros, sedientos de lo infinito, que parten para un largo y peligroso viaje que los lleva hasta Belén (cf. Mt 2,1-12). Una gran alegría los invade ante el Niño Rey. No se dejan escandalizar por la pobreza del ambiente; no dudan en ponerse de rodillas y adorarlo. Ante Él comprenden que Dios, igual que regula con soberana sabiduría el curso de las estrellas, guía el curso de la historia, abajando a los poderosos y exaltando a los humildes. Y ciertamente, llegados a su país, habrán contado este encuentro sorprendente con el Mesías, inaugurando el viaje del Evangelio entre las gentes.

10. Ante el belén, la mente va espontáneamente a cuando uno era niño y se esperaba con impaciencia el tiempo para empezar a construirlo. Estos recuerdos nos llevan a tomar nuevamente conciencia del gran don que se nos ha dado al transmitirnos la fe; y al mismo tiempo nos hacen sentir el deber y la alegría de transmitir a los hijos y a los nietos la misma experiencia. No es importante cómo se prepara el pesebre, puede ser siempre igual o modificarse cada año; lo que cuenta es que este hable a nuestra vida. En cualquier lugar y de cualquier manera, el belén habla del amor de Dios, el Dios que se ha hecho niño para decirnos lo cerca que está de todo ser humano, cualquiera que sea su condición.
Queridos hermanos y hermanas: El belén forma parte del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe. Comenzando desde la infancia y luego en cada etapa de la vida, nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él, todos hijos y hermanos gracias a aquel Niño Hijo de Dios y de la Virgen María. Y a sentir que en esto está la felicidad. Que en la escuela de san Francisco abramos el corazón a esta gracia sencilla, dejemos que del asombro nazca una oración humilde: nuestro “gracias” a Dios, que ha querido compartir todo con nosotros para no dejarnos nunca solos.

FRANCISCO

Dado en Greccio, en el Santuario del Pesebre, 1 de diciembre de 2019.

jueves, 27 de junio de 2019

Presidencia AVEC 2019-2022


Felicitamos a la nueva Presidencia elegida en la XXXVII Asamblea Nacional de la AVEC



Confiemos en Jesús, hagamos lo que él nos dice, llenemos las tinajas, él hará el resto, se realizará el milagro de seguir aportando para reconstruir el país desde la educación a la luz del Evangelio, porque  educando evangelizamos. El agua será convertida en vino nuevo, que trae alegría paz y fraternidad. 

Damos las gracias a la Presidencia saliente, Dios le bendiga por todo el trabajo y el esfuerzo realizado, sin duda, Dios le encomendará otra misión y seguirán siendo instrumento de Paz y de Bien. 



viernes, 14 de junio de 2019

Papa Francisco explica la misión de todo educador católico


En un video mensaje enviado al congreso de la OIEC, el Papa Francisco explicó en qué consiste la misión de todo educador católico, así como los desafíos actuales a los que se enfrenta.
El Santo Padre se dirigió a los participantes del congreso internacional de la Oficina Internacional de Educación Católica (OIEC) en Nueva York, reunido del 5 al 8 de junio para reflexionar sobre el tema “Educar en el humanismo de la fraternidad para construir una civilización del amor”.
El Papa Francisco explicó que actualmente se da una deconstrucción del humanismo y para enfrentar esa situación “necesitamos la sinergia de las diferentes realidades educativas. La primera es la familia, como lugar donde se aprende a salir de sí mismo y ‘a ponerse delante del otro, a escuchar, a compartir, a soportar, a respetar, a ayudar, a vivir juntos’”.
El Pontífice explicó que las instituciones educativas católicas tienen la misión de ofrecer horizontes abiertos a la trascendencia, porque la educación católica ‘marca la diferencia’ al cultivar valores espirituales en los jóvenes”.
“El educador debe ser competente, cualificado y, al mismo tiempo, rico en humanidad, capaz de estar con los alumnos para promover su crecimiento humano y espiritual. El educador debe unir en sí mismo las cualidades de la enseñanza y la capacidad de atención y cuidado amoroso de las personas. Para ambos aspectos es necesaria una formación permanente, que ayude a los profesores y líderes a mantener su profesionalidad y, al mismo tiempo, a cuidar su fe y su motivación espiritual”, detalló el Santo Padre.
El Papa Francisco indicó luego que “el humanismo que las instituciones educativas católicas están llamadas a construir –como afirmaba San Juan Pablo II– es el que ‘aboga por una visión de la sociedad centrada en la persona humana y sus derechos inalienables, en los valores de justicia y paz, en una correcta relación entre los individuos, la sociedad y el Estado, en la lógica de la solidaridad y de la subsidiariedad. Es un humanismo capaz de inculcar un alma en el mismo progreso económico, para que se dirija a la promoción de cada hombre y de todo el hombre’”.
Esta perspectiva humanista, continuó, “hoy no puede dejar de incluir la educación ecológica, que promueve una alianza entre la humanidad y el medio ambiente, en los diferentes niveles del ‘equilibrio ecológico: el interior con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios’”.
Desafíos en la educación católica
El Papa señaló que entre los varios desafíos actuales para la educación católica está la “llamada ‘rapidación’, que encarcela la existencia en el vórtice de la velocidad, cambiando constantemente los puntos de referencia. En este contexto, la propia identidad pierde consistencia y la estructura psicológica se desintegra ante una transformación incesante que ‘contrasta con la lentitud natural de la evolución biológica’”. 
“El caos de la velocidad debe ser respondido devolviendo al tiempo su factor principal, especialmente en la edad evolutiva desde la infancia hasta la adolescencia. De hecho, la persona necesita su propio camino temporal para aprender, consolidar y transformar el conocimiento”, precisó.
“Encontrar tiempo también significa apreciar el silencio y detenerse a contemplar la belleza de la creación, encontrar inspiración para proteger nuestro ‘hogar común’ y activar iniciativas destinadas a proponer nuevos estilos de vida con respecto a las generaciones futuras. ¡Es un acto de responsabilidad para nuestra posteridad, que no podemos desinteresarnos!”.
Otro problema es “la tendencia generalizada a deconstruir el humanismo. El individualismo y el consumismo generan una competencia que degrada la cooperación, oscurece los valores comunes y socava la raíz de las normas más básicas de la coexistencia. La cultura de la indiferencia, que envuelve las relaciones entre individuos y pueblos, así como el cuidado de la casa común, también corroe el sentido del humanismo”.
Para el Papa Francisco, “otro peligro que amenaza la delicada tarea de la educación es la dictadura de los resultados. La cual considera a la persona como un objeto ‘laboratorio’ y no tiene interés en su crecimiento integral. También ignora sus dificultades, sus errores, sus miedos, sus sueños, su libertad”.
“Este enfoque –dirigido por la lógica de la producción y el consumo– pone el énfasis principalmente en la economía y parece equiparar artificialmente a los hombres con las máquinas. Para superar este obstáculo es necesario poner a toda la persona en el centro de la acción educativa”.
El Pontífice alentó a los educadores a realizar su misión con alegría. “¡No perdamos la confianza! Como dijo Santa Isabel Ann Bailey Seton, debemos ‘mirar hacia arriba’ sin miedo. Trabajemos para liberar la educación de un horizonte relativista y abrirla a la formación integral de todos y cada uno”, dijo.
Para concluir, el Papa Francisco agradeció el trabajo de los educadores católicos “para hacer de las instituciones educativas lugares y experiencias de crecimiento a la luz del Evangelio, para convertirlas en ‘varas’ de un humanismo de fraternidad para construir la civilización del amor”.

Cortesía de https://www.aciprensa.com

Un padre no amamanta pero tiene un papel fundamental en la crianza


Con motivo del día del padre compartimos el siguiente artículo. Hay que rescatar la figura del padre en la familia, en especial en nuestro país, donde se realza a la madre, olvidando que el padre tiene la misma importancia y es necesario en la crianza de los hijos.  Felicidades a los padres, recuerden que la primera misión es en la familia, como padres y como esposos. Dios les bendiga.  

Un padre no amamanta pero tiene un papel fundamental en la crianza



La importancia del padre en la vida de sus hijos.

Cuando se habla de crianza de los hijos parece que siempre viene a la cabeza la figura de la madre, ¿pero debe ser así? Solo había que ver las reuniones de las escuelas cuando antes apenas iban padres y siempre eran las madres las que sacaban tiempo para preocuparse de las cosas de sus hijos. Actualmente eso ha cambiado y cada vez son más los padres los que se preocupan de la crianza de sus hijos, en cualquier aspecto. Porque la única diferencia que hay entre un padre y una madre a la hora de criar a los hijos es que los padres no amamantan.

Un padre no amamanta pero tiene las mismas responsabilidades

Pero que un padre no amamante no significa que no deba tener las mismas responsabilidades que la madre en cuanto a la crianza y el cuidado de los hijos. Los padres también disfrutan de los momentos de cercanía con sus hijos, de las canciones de cuna, de sentirles en el pecho, de escuchar cómo respira, de saber que esa pequeña criatura crecerá a su lado y se convertirá en una u otra persona dependiendo de la educación que le proporcione diariamente.
Los padres también quieren a sus hijos de forma incondicional aunque no hayan crecido en su vientre ni hayan pasado un inmenso dolor para traerles al mundo. Esto es sin duda cosa de mujeres, pero… Los hombres que pueden admirar la magia de la vida en el cuerpo de sus parejas, sin duda, admirarán tal proeza.
Afortunadamente los roles de género han cambiado y cada vez son más los padres que se dan cuenta que tienen exactamente las mismas responsabilidades que las mujeres tanto dentro como fuera del hogar. Un padre no tiene que ‘ayudar’ en las tareas domésticas, ni tampoco en la crianza de los hijos, porque es su total responsabilidad también. Las interacciones de los hijos con sus padres se quedarán marcadas para siempre en el corazón de los niños, unas marcas que le ayudarán a desarrollar de forma más positiva o negativa su personalidad y sus emociones.

La importancia del padre en la vida del niño

Tanto padres como madres pueden cometer errores en la crianza, y eso es normal. Nadie es mejor o peor por equivocarse o pensar que no se equivoca nunca. Para poder ser un buen padre resulta fundamental que primero, se tenga en cuenta el propio bienestar emocional. Si un padre se deja arrastrar por su mal humor, por el estrés, la ansiedad… esto puede causar un grave impacto en el desarrollo emocional de sus hijos y causar consecuencias temibles en su personalidad.
Los niños desde que nacen necesitan la presencia de su padre de forma afectuosa, cercana y amorosa. Si el padre convive con sus hijos deberá centrarse en ser un padre que sepa cómo calmar las emociones de su hijo, que sepa abrazarle y quererle y al mismo tiempo, marcar límites desde la disciplina positiva y el profundo respeto hacia su hijo, mirando siempre por su bienestar pero también, por el del pequeño.

El vínculo emocional hacia el padre

Es cierto que el padre no amamanta, pero también nutre a los hijos a través del vínculo emocional que crea con sus hijos. Los padres deben velar por mantener un vínculo emocional estrecho y sano con sus hijos, donde estén disponibles emocionalmente siempre, donde sepan reconocer a sus hijos y valorarles siempre. Enseñar a los hijos a aprender de los errores pero también a superar las frustraciones.
Los padres también deben participar en la crianza de sus hijos, deben estar presentes cada día. Estar presente no solo es jugar y divertirse con los niños…. Un padre que está presente también es el que está seguro de sí mismo y aunque se preocupe cada día por el bienestar de sus hijos, será capaz de ofrecerle una educación que permita a sus hijos crecer con un buen equilibrio emocional y felicidad.
Cortesía de https://www.etapainfantil.com


lunes, 3 de junio de 2019

REPAM y Asociación Venezolana de Educación Católica se unen para crear conciencia ecológica entre los más jóvenes


Laudato Si, alcanzando competencias ecológicas

El objetivo es propiciar un espacio de reflexión sobre la problemática ambiental que vive nuestro planeta, para concientizarnos y desarrollar estrategias pedagógicas que nos ayuden a abordarla

El contenido de la actividad pretende mostrar un conocimiento básico de la Encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común, que haga posible un acercamiento a la realidad ambiental del planeta y de nuestro entorno

Lo que se pretende con esta idea es ayudar a concientizar a Venezuela sobre los ingentes problemas de nuestro planeta, en particular de la Amazonía, con sus territorios y pueblos

La Red Eclesial Pan Amazónica – REPAM, desde su fundación en 2014 ha tenido en este punto uno de sus objetivos, y desde que fue publicada en 2015, encontró en la Laudato Si una de sus fuentes inspiradoras y que determina muchas de las actividades que lleva a cabo en la Pan Amazonía y en otras partes del mundo, en una tentativa de ir amazonizando a la humanidad.
El Eje de Formación y Métodos Pastorales es uno de los que forman parte de la estructura de la REPAM. Desde ese eje, la REPAM Venezuela, en colaboración con la Asociación Venezolana de Educación Católica – AVEC, está realizando una actividad que lleva por nombre “Laudato Si, alcanzando competencias ecológicas”.

El objetivo es propiciar un espacio de reflexión sobre la problemática ambiental que vive nuestro planeta, para concientizarnos y desarrollar estrategias pedagógicas que nos ayuden a abordarla. De hecho, la educación en esa dimensión pude ayudar a los más pequeños a tomar conciencia de la importancia de la conservación del medio ambiente, como elemento fundamental en el futuro del Planeta y de la especie humana.
En ese sentido, podemos poner como ejemplo de esa lucha Greta Thunberg, la adolescente sueca que se ha convertido en una de las grandes defensoras de las futuras generaciones, arrastrando multitudes de adolescentes y jóvenes en todos los rincones del mundo y denunciando sin miedo las decisiones equivocadas de los poderes políticos y económicos, una tarea en la que cuenta con el apoyo explícito del Papa Francisco, con quien ya se ha encontrado.
El contenido de la actividad pretende mostrar un conocimiento básico de la Encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común, que haga posible un acercamiento a la realidad ambiental del planeta y de nuestro entorno. Todo ello, en una tentativa de descubrir los elementos éticos que orientan la acción educativa en el marco del respeto al medio ambiente y de los pueblos (Palabra de Dios, Laudato Si y sabiduría indígena), fomentar la Espiritualidad Ecológica y trabajar la encíclica Laudato Si desde la pastoral educativa y el currículo.  

Se trata de un taller para profesores, en una tentativa de “introducirlos en toda la problemática de la Amazonía, de los pueblos indígenas y de la Laudato Si, desde una perspectiva ecológica del cuidado del ambiente integral”, como reconoce uno de los organizadores de la actividad, José Luis Andrades, de la REPAM Venezuela. Como él mismo dice, “es un acuerdo que ha hecho la REPAM Venezuela con la Asociación Venezolana de Educación Católica, y hemos ideado una propuesta de formación para los docentes y también para estudiantes”.
Todo ello está inspirado en las propuestas del Eje de Formación Pan Amazónico que ha elaborado un material denominado “cesta amazónica”. José Luis Andrades afirma que la actividad, en la que han participado 40 profesores, “ha sido una experiencia estupenda, maravillosa, con los docentes, religiosos, religiosas, con la gente que está trabajando en el sector, y esperamos llevarlo a otros lugares, que incluyen territorios amazónicos, y otras ciudades de Venezuela”.
En un país donde la devastación de la región amazónica es una realidad denunciada en repetidas ocasiones, inclusive desde la propia REPAM, lo que se pretende con esta idea es ayudar a concientizar a Venezuela sobre los ingentes problemas de nuestro planeta, en particular de la Amazonía, con sus territorios y pueblos, a partir de los temas Laudato Si, espiritualidad y eco teología, y las llamadas competencias ecológicas en educación.


martes, 7 de mayo de 2019

RESILIENCIA EN JESÚS


Ante los momentos difíciles que vivimos es necesario ser resilentes, pero los cristianos tenemos además de la actitud, la certeza de que Jesús nos acompaña y nos da la fuerza para continuar, por eso, podemos decir que somos Resilentes en Jesús. Por eso compartimos el siguiente artículo. 

¿QUÉ ES RESILIENCIA?

La resilencia es la capacidad que tiene el ser humano para resistir y oponerse a situaciones difíciles de la vida, una persona resiliente es capaz no solo de afrontar cada obstáculo que se le presente a lo largo de su vida si no que los enfrenta y las usa para fortalecerse tomando cada una de sus caídas como una experiencia de la cual obtienen una enseñanza de vida.

LA RESILENCIA EN VENEZUELA – CASO REAL

Una madre venezolana al momento de dar a luz a su primer hijo varón se da cuenta que el pequeño había nacido sin sus dos extremidades inferiores y sin su extremidad superior derecha, una enfermedad poco común llamada Focomelia la cual se presenta por una malformación de origen que consistente en la ausencia de huesos y músculos en los miembros, quedando reducido a un muñón a nivel del hombro o de la cintura y que es semejante a las aletas de una foca.

A los pocos días de su nacimiento comienzan a surgir otros inconvenientes los médicos descubren que el recién nacido no tenia recto y uno de sus testículos estaba mal ubicado, además de esto había un soplo en su joven corazón el niño fue intervenido de inmediato y le construyeron su recto, le reubicaron su testículo y el soplo en su corazón desaparece.

Con el pasar de los años surgen nuevos inconvenientes y el niño debe ser intervenido nuevamente, esta vez para amputarle sus muñones inferiores. Luego de ésta intervención los médicos le recomiendan que practique natación para estimular su cuerpo, los padres hacen caso a las recomendaciones de los médicos y lo inscriben en una escuela de natación.

El niño se esfuerza de manera increíble y logra sobreponerse a las condiciones adversas que lo atacaban desde el día de su nacimiento. Hoy por hoy gracias a todas esas circunstancias vividas este Joven Venezolano con tan solo 23 años ha representado a Venezuela en los juegos panamericanos de Brasil en 2007, en 2009 en Colombia, en 2010 viajo a competir en Honduras quedando en la lista de los 60 mejores atletas con discapacidad a nivel mundial; y tuvo su mejor hazaña al representar a Venezuela en los paraolímpicos Londres 2012.

Este chico es un orgullo Venezolano porque pese a su condición y mal formación ha sido sobrepuesto y fortalecido durante los años que DIOS le ha dado de Vida… Podemos decir que ha sido un RESILIENTE…

COBARDE O RESILIENTE…

Los seres humanos en el largo transitar de su vida pasan por infinidad de situaciones adversas, pruebas, luchas, aflicciones, desafíos, entre otros; gran parte de ellos se derrumban con cada una de las calamidades sufridas y son incapaces de ver el lado positivo que estas traen de la mano, sin embargo existe la otra cara de la moneda, y es así como nos podemos referir a las personas con capacidad de RESILIENCIA.


Tú como ser humano no estás exento a las pruebas, luchas, tribulaciones, aflicciones, Bien Dijo JESÚS En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)

En la vida nos vamos a encontrar con estos dos tipos de personajes, los que se derrumban cuando llega el ataque y los que se fortalecen en la FE que es en CRISTO JESÚS (a los cuales podemos llamarles Resilientes y a los que JESÚS les llama Valientes)

TIPOS DE RESILIENCIA

La Resiliencia puede ser innata; es decir que se nace con ella, o puede ser adquirida. Si bien algunas personas parecieran traer desde su nacimiento cierta capacidad de tolerancia a las frustraciones, dificultades o enfermedades, como en el caso del joven atleta; también es posible aprenderla a partir de la incorporación de una nueva manera de ver las circunstancias vividas y esta solo se puede obtener a través de la llegada de DIOS a tu vida, no es un simple conocimiento de su existencia, es algo que va mas allá, es la abnegación; es decir la transferencia o entrega total de tu vida al único ser que puede hacerte RESILIENTE, su nombre JESÚS. Solo en él encontraras las herramientas para enfrentar los acontecimientos más desafiantes de tu vida.

¿QUIERES SER UN RESILIENTE EN JESUS?

Visualiza cuáles son las circunstancias que están atacando tu vida, y junto con ellas observa las manos que te sostienen, esas manos son las de tu creador; apóyate en JESÚS y permanece seguro en sus manos.

Recuerda que no hay ganador sin lucha, que no te puedes levantar sin haberte caído, que no hay victoria sin batalla y que al final de la tormenta DIOS siempre trae la calma.

Querido amigo no existen limitaciones físicas, las limitaciones solo están en tú mente, y en ti está el poder para echarlas fuera. Fortalécete con el escudo de la FE, y hazte un ser RESILIENTE EN JESÚS.

Cortesía de https://tipsparaempresas.com/

Un buen director, ¿nace o se hace?


Según el experto estadounidense  de la universidad de Toronto, Stephen Anderson, una de las funciones más difícil para un director es delegar.
Algunas personas, más que otras, tienen una disposición natural al liderazgo, saben manejar las relaciones personales y son capaces de comunicar una visión que inspire a los demás a trabajar juntos hacia las metas fijadas.
Sin embargo, no se requiere una "predisponibilidad genética" ni mucho menos, para ser un buen director de escuela; basta con las ganas de superarse.
El director del Centro Internacional para el Cambio Educativo de la Universidad de Toronto, Stephen Anderson, ha realizado diferentes actividades relacionadas con el liderazgo directivo. El académico es enfático en aclarar que las prácticas que hacen a un buen director, se pueden aprender.
"Cuando hablamos de gestión de datos para informar el desarrollo de un plan de mejoramiento escolar, no es algo que dependa de las aptitudes personales (dice), sino que es una destreza que aprendemos".
Hay suficiente conocimiento acerca de cómo crear la estructura más adecuada para favorecer un ambiente de trabajo colaborativo entre los docentes, de modo que se trabaje organizadamente en pos de objetivos comunes. Y ese conocimiento puede ser traspasado a las personas.
Las prácticas que conllevan a mejorar los resultados y a sostenerlos, se aprenden. Sin embargo, saber que son importantes es diferente a alcanzar un dominio sobre estas prácticas. Todos van a estar de acuerdo en que es importante que el director o el equipo directivo participe y facilite el perfeccionamiento continuo de los docentes, pero lo puede hacer de una manera no efectiva, aunque conozca el principio.
El académico puntualiza que algunos sostenedores piensan que el liderazgo es una aptitud innata y lo único que pueden hacer es seleccionar a las personas adecuadas o desechar a quienes no demuestren la actitud. Pero, "en muchos casos hay una base de evidencia empírica de lo que se debe saber y hacer para llegar a un resultado positivo en los establecimientos, y no depende solo de las posiciones de liderazgo".
¿En qué se equivoca más un director?
Según Stephen Anderson, lo más difícil para un director es delegar: " los directores más eficaces no tratan de controlarlo todo; las responsabilidades de la escuela - en el camino al mejoramiento-, son compartidas".
Como en toda posición de liderazgo, es necesario tener confianza en los otros adultos y sus capacidades de resolver los problemas que se enfrentan, así como crear las condiciones para que lo puedan hacer.
En cambio, un error frecuente es que los directivos busquen imponer sus propias visiones sin la colaboración verdadera y genuina de los demás.
Una dificultad adicional para los directores de escuela en nuestros días, es la necesidad de interpretar y utilizar datos sobre los resultados de aprendizaje. Para superar los problemas hay que identificarlos correctamente.
Hoy en día las escuelas deben cumplir planes de mejoramiento escolar, y los directivos no cuentan con ninguna formación en este punto. "Los directores lo están aprendiendo pero en el trabajo, no en las aulas de formación de la universidad o los ministerios de educación", añade Anderson. Contar con estas habilidades es un gran desafío, porque las escuelas tienen que rendir cuentas de sus resultados y hay consecuencias aparejadas.
Una tercera dificultad para los directores de escuelas tiene que ver con que la situación actual exige de ellos una comprensión elemental de los principios pedagógicos, para que puedan identificar los problemas y mejorar la calidad de instrucción en la escuela. No basta con analizar y comprender los resultados de aprendizaje sino que es necesario conocer cuáles son las buenas prácticas a nivel de aula.
No se requiere que el director sea experto, porque no puede serlo en todas las disciplinas, pero tiene que ser capaz de evaluar una conversación y de observar la sala de clases de una manera efectiva.
Hace 20 o 30 años los cursos para directores estaban más bien alineados a la administración, el manejo de financiamiento y recursos humanos. Hoy la formación de directivos apunta más a cómo influir sobre las prácticas de docentes para llegar a un mejor resultado.
Existen cambios de estructura y condiciones de trabajo, cuya utilidad ha sido demostrada para ayudar a los docentes en su misión de enseñar.
Este cambio de perspectiva se debió a que el enfoque se daba en la práctica, pero sin ninguna evidencia de resultados. En la actualidad se trabaja con los resultados sobre la mesa y se debe pensar en el comportamiento de todos los indicadores hacia el mejoramiento y el cómo sostenerlos cuando son buenos.

lunes, 18 de marzo de 2019

La vida como tarea



Por: Antonio Pérez Esclarín

El dos de septiembre se cumplen 21 años de la muerte en Viena del famoso psiquiatra judío Víktor Frankl. Su mensaje después de tres años en los campos de concentración nazis, a favor de la dignidad y la libertad del hombre, de los valores humanos y la esperanza, resultan muy pertinentes para cultivar una actitud positiva y militante en esta atormentada Venezuela de hoy.

En el libro “El hombre en busca de sentido”, donde relata su experiencia en los campos de concentración,  confiesa que después de una carrera brillante en Viena, pasó a ser tan sólo el número 119.104 y se encontró “con su existencia literalmente desnuda”. La comida diaria era un plato de sopa aguada y un pedazo de pan. El trabajo era durísimo, con temperaturas de hasta veinte grados bajo cero en invierno. La tentación diaria de los presos era tirarse contra la alambrada electrificada.
Frank se prometió no quitarse la vida, sino ponerla al servicio de los demás, aliviar en lo posible su dolor. Así fue aprendiendo “el arte de vivir”  y comprendió que “hasta las cosas más pequeñas pueden originar las mayores alegrías”. Un día tuvo la posibilidad de huir, pero no quiso abandonar a un enfermo que lo necesitaba; “una vez tomada la decisión —escribe— encontré una paz interior que nunca había experimentado antes”. Frank pensaba que el hombre que se hace consciente de su responsabilidad ante los demás, ante la familia, ante el país, no puede rendirse ni malgastar su vida en cosas  triviales. 

El 27 de abril de 1945, fue liberado por las tropas norteamericanas. Pero todavía le faltaba beber la copa del sufrimiento hasta las últimas gotas: poco a poco fue descubriendo que sus padres, su hermano y su esposa habían muerto en los campos de exterminio nazis.  Quedaba solo en el mundo, con sus dolorosos recuerdos, pero con la firme decisión de vivir la vida intensamente y ayudar a otros a encontrar el  sentido y la misión de sus vidas.  

A lo largo de toda su aventura humana, Frank siempre recordó una frase de Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo”. Quien tiene una meta que merece la pena, un ideal por el que luchar, no puede rendirse y su vida se irá llenando de sentido aun en las mayores dificultades y sufrimientos. Hasta el dolor puede ser una oportunidad de desarrollo, de aprendizaje, de madurez. La plenitud de la vida está en el amor, en vivir para algo, para alguien, en ayudar a cada persona a descubrir y realizar su misión en la vida. 

En su obra “La vida como tarea”, Frankl escribe: “Ser hombre es ir más allá de uno mismo. La felicidad no hay que buscarla por sí misma; es una consecuencia, es el fruto maduro de una vida de entrega a los demás, de una misión cumplida, olvidándose de uno mismo”. Y cierra su obra “El hombre en busca de sentido” con estas palabras: “Después de todo, el hombre es el ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme y la cabeza erguida, musitando una oración”.

De nosotros depende: rendirnos,  lamentarnos o tratar de acomodarnos e incluso aprovecharnos del desastre que vivimos; o trabajar con decisión y pasión por salir de él, estando incluso dispuestos a pagar las consecuencias de nuestra opción por la libertad y la dignidad para todos.

Publicado en el diario Panorama de Maracaibo. 31-08-2018

“Decálogo de recomendaciones para los tiempos que vivimos".



Federación de Psicólogos de Venezuela

  “La Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) con la finalidad de contribuir en el manejo de la actual situación del país por parte de los habitantes de Venezuela, ha colocado a disposición de todos el: “Decálogo de recomendaciones para los tiempos que vivimos”, preparado por la Red de Apoyo Psicológico de la Universidad Central de Venezuela y la Federación de Psicólogos de Venezuela.

“Decálogo de recomendaciones para los tiempos que vivimos".
1.-Evite seguir el juego a políticos o líderes que acepten, utilicen o aprueben lenguaje o actos violentos.

2.-Ejerza su derecho a expresarse sin causar daño a otros, ni a la planta física, ni al ambiente.

3.-Reduzca su exposición a programas de TV, prensa o mensajes electrónicos que contribuyan a la confrontación violenta, o la propicien en contenido o intención.

4.-Privilegie los aspectos positivos que caracterizan nuestra identidad como venezolanos, en las relaciones con las otras personas: la solidaridad, el respeto, la hospitalidad, el buen humor, la generosidad, la tolerancia, entre otros.

5.-Preserve o rescate sus espacios de intercambio más cercanos: familia, amigos, compañeros de estudio o trabajo, vecinos. No permita que las diferencias políticas lesionen sus vínculos o quebranten sus afectos.

6.-Rescate la reflexión crítica como individuo y no se permita solidaridades automáticas, emocionales, u obedientes no deliberantes.

7.-Respete la diversidad, la opinión de los otros, la pluralidad, y acepte que siendo distintos podemos funcionar en convivencia. Ser tolerante no implica estar de acuerdo ni ser débiles, sino permitirnos convivir en respeto aunque no siempre pensemos o sintamos igual.

8.-Impida hacer de la política su único o principal tema de conversación. No la descalifique, pero no la privilegie.

8.-Renuncie a los odios y discrimine la información que recibe. Proteja de esta confrontación a las próximas generaciones.

9.-Procúrese espacios y momentos libres de temas políticos por el bien de los suyos y de Usted mismo.

10.-Sea cuidadoso con los temas que conversa con otros adultos, en presencia de niños; no menosprecie su capacidad de compresión. En general, trate de mantener a los niños fuera de la diatriba política.”

Federación Psicólogos de Venezuela.
Imagen facebook de Jonathan Xavier