martes, 7 de mayo de 2019

RESILIENCIA EN JESÚS


Ante los momentos difíciles que vivimos es necesario ser resilentes, pero los cristianos tenemos además de la actitud, la certeza de que Jesús nos acompaña y nos da la fuerza para continuar, por eso, podemos decir que somos Resilentes en Jesús. Por eso compartimos el siguiente artículo. 

¿QUÉ ES RESILIENCIA?

La resilencia es la capacidad que tiene el ser humano para resistir y oponerse a situaciones difíciles de la vida, una persona resiliente es capaz no solo de afrontar cada obstáculo que se le presente a lo largo de su vida si no que los enfrenta y las usa para fortalecerse tomando cada una de sus caídas como una experiencia de la cual obtienen una enseñanza de vida.

LA RESILENCIA EN VENEZUELA – CASO REAL

Una madre venezolana al momento de dar a luz a su primer hijo varón se da cuenta que el pequeño había nacido sin sus dos extremidades inferiores y sin su extremidad superior derecha, una enfermedad poco común llamada Focomelia la cual se presenta por una malformación de origen que consistente en la ausencia de huesos y músculos en los miembros, quedando reducido a un muñón a nivel del hombro o de la cintura y que es semejante a las aletas de una foca.

A los pocos días de su nacimiento comienzan a surgir otros inconvenientes los médicos descubren que el recién nacido no tenia recto y uno de sus testículos estaba mal ubicado, además de esto había un soplo en su joven corazón el niño fue intervenido de inmediato y le construyeron su recto, le reubicaron su testículo y el soplo en su corazón desaparece.

Con el pasar de los años surgen nuevos inconvenientes y el niño debe ser intervenido nuevamente, esta vez para amputarle sus muñones inferiores. Luego de ésta intervención los médicos le recomiendan que practique natación para estimular su cuerpo, los padres hacen caso a las recomendaciones de los médicos y lo inscriben en una escuela de natación.

El niño se esfuerza de manera increíble y logra sobreponerse a las condiciones adversas que lo atacaban desde el día de su nacimiento. Hoy por hoy gracias a todas esas circunstancias vividas este Joven Venezolano con tan solo 23 años ha representado a Venezuela en los juegos panamericanos de Brasil en 2007, en 2009 en Colombia, en 2010 viajo a competir en Honduras quedando en la lista de los 60 mejores atletas con discapacidad a nivel mundial; y tuvo su mejor hazaña al representar a Venezuela en los paraolímpicos Londres 2012.

Este chico es un orgullo Venezolano porque pese a su condición y mal formación ha sido sobrepuesto y fortalecido durante los años que DIOS le ha dado de Vida… Podemos decir que ha sido un RESILIENTE…

COBARDE O RESILIENTE…

Los seres humanos en el largo transitar de su vida pasan por infinidad de situaciones adversas, pruebas, luchas, aflicciones, desafíos, entre otros; gran parte de ellos se derrumban con cada una de las calamidades sufridas y son incapaces de ver el lado positivo que estas traen de la mano, sin embargo existe la otra cara de la moneda, y es así como nos podemos referir a las personas con capacidad de RESILIENCIA.


Tú como ser humano no estás exento a las pruebas, luchas, tribulaciones, aflicciones, Bien Dijo JESÚS En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)

En la vida nos vamos a encontrar con estos dos tipos de personajes, los que se derrumban cuando llega el ataque y los que se fortalecen en la FE que es en CRISTO JESÚS (a los cuales podemos llamarles Resilientes y a los que JESÚS les llama Valientes)

TIPOS DE RESILIENCIA

La Resiliencia puede ser innata; es decir que se nace con ella, o puede ser adquirida. Si bien algunas personas parecieran traer desde su nacimiento cierta capacidad de tolerancia a las frustraciones, dificultades o enfermedades, como en el caso del joven atleta; también es posible aprenderla a partir de la incorporación de una nueva manera de ver las circunstancias vividas y esta solo se puede obtener a través de la llegada de DIOS a tu vida, no es un simple conocimiento de su existencia, es algo que va mas allá, es la abnegación; es decir la transferencia o entrega total de tu vida al único ser que puede hacerte RESILIENTE, su nombre JESÚS. Solo en él encontraras las herramientas para enfrentar los acontecimientos más desafiantes de tu vida.

¿QUIERES SER UN RESILIENTE EN JESUS?

Visualiza cuáles son las circunstancias que están atacando tu vida, y junto con ellas observa las manos que te sostienen, esas manos son las de tu creador; apóyate en JESÚS y permanece seguro en sus manos.

Recuerda que no hay ganador sin lucha, que no te puedes levantar sin haberte caído, que no hay victoria sin batalla y que al final de la tormenta DIOS siempre trae la calma.

Querido amigo no existen limitaciones físicas, las limitaciones solo están en tú mente, y en ti está el poder para echarlas fuera. Fortalécete con el escudo de la FE, y hazte un ser RESILIENTE EN JESÚS.

Cortesía de https://tipsparaempresas.com/

Un buen director, ¿nace o se hace?


Según el experto estadounidense  de la universidad de Toronto, Stephen Anderson, una de las funciones más difícil para un director es delegar.
Algunas personas, más que otras, tienen una disposición natural al liderazgo, saben manejar las relaciones personales y son capaces de comunicar una visión que inspire a los demás a trabajar juntos hacia las metas fijadas.
Sin embargo, no se requiere una "predisponibilidad genética" ni mucho menos, para ser un buen director de escuela; basta con las ganas de superarse.
El director del Centro Internacional para el Cambio Educativo de la Universidad de Toronto, Stephen Anderson, ha realizado diferentes actividades relacionadas con el liderazgo directivo. El académico es enfático en aclarar que las prácticas que hacen a un buen director, se pueden aprender.
"Cuando hablamos de gestión de datos para informar el desarrollo de un plan de mejoramiento escolar, no es algo que dependa de las aptitudes personales (dice), sino que es una destreza que aprendemos".
Hay suficiente conocimiento acerca de cómo crear la estructura más adecuada para favorecer un ambiente de trabajo colaborativo entre los docentes, de modo que se trabaje organizadamente en pos de objetivos comunes. Y ese conocimiento puede ser traspasado a las personas.
Las prácticas que conllevan a mejorar los resultados y a sostenerlos, se aprenden. Sin embargo, saber que son importantes es diferente a alcanzar un dominio sobre estas prácticas. Todos van a estar de acuerdo en que es importante que el director o el equipo directivo participe y facilite el perfeccionamiento continuo de los docentes, pero lo puede hacer de una manera no efectiva, aunque conozca el principio.
El académico puntualiza que algunos sostenedores piensan que el liderazgo es una aptitud innata y lo único que pueden hacer es seleccionar a las personas adecuadas o desechar a quienes no demuestren la actitud. Pero, "en muchos casos hay una base de evidencia empírica de lo que se debe saber y hacer para llegar a un resultado positivo en los establecimientos, y no depende solo de las posiciones de liderazgo".
¿En qué se equivoca más un director?
Según Stephen Anderson, lo más difícil para un director es delegar: " los directores más eficaces no tratan de controlarlo todo; las responsabilidades de la escuela - en el camino al mejoramiento-, son compartidas".
Como en toda posición de liderazgo, es necesario tener confianza en los otros adultos y sus capacidades de resolver los problemas que se enfrentan, así como crear las condiciones para que lo puedan hacer.
En cambio, un error frecuente es que los directivos busquen imponer sus propias visiones sin la colaboración verdadera y genuina de los demás.
Una dificultad adicional para los directores de escuela en nuestros días, es la necesidad de interpretar y utilizar datos sobre los resultados de aprendizaje. Para superar los problemas hay que identificarlos correctamente.
Hoy en día las escuelas deben cumplir planes de mejoramiento escolar, y los directivos no cuentan con ninguna formación en este punto. "Los directores lo están aprendiendo pero en el trabajo, no en las aulas de formación de la universidad o los ministerios de educación", añade Anderson. Contar con estas habilidades es un gran desafío, porque las escuelas tienen que rendir cuentas de sus resultados y hay consecuencias aparejadas.
Una tercera dificultad para los directores de escuelas tiene que ver con que la situación actual exige de ellos una comprensión elemental de los principios pedagógicos, para que puedan identificar los problemas y mejorar la calidad de instrucción en la escuela. No basta con analizar y comprender los resultados de aprendizaje sino que es necesario conocer cuáles son las buenas prácticas a nivel de aula.
No se requiere que el director sea experto, porque no puede serlo en todas las disciplinas, pero tiene que ser capaz de evaluar una conversación y de observar la sala de clases de una manera efectiva.
Hace 20 o 30 años los cursos para directores estaban más bien alineados a la administración, el manejo de financiamiento y recursos humanos. Hoy la formación de directivos apunta más a cómo influir sobre las prácticas de docentes para llegar a un mejor resultado.
Existen cambios de estructura y condiciones de trabajo, cuya utilidad ha sido demostrada para ayudar a los docentes en su misión de enseñar.
Este cambio de perspectiva se debió a que el enfoque se daba en la práctica, pero sin ninguna evidencia de resultados. En la actualidad se trabaja con los resultados sobre la mesa y se debe pensar en el comportamiento de todos los indicadores hacia el mejoramiento y el cómo sostenerlos cuando son buenos.