El Papa advierte de la "marcha atrás" en la Iglesia, "que nos convierte en una secta"
"Debemos aprender, y ayudar a otros a aprender a vivir las crisis, porque las crisis son una oportunidad para crecer"
Invita a "educar en el servicio", para "rechazar la tentación del descarte, de la marginación"
"Silenciar las verdades sobre Dios por respeto a los que no creen, sería, en el ámbito de la educación, como quemar libros por respeto a los que no piensan, borrar obras de arte por respeto a los que no ven, o música por respeto a los que no oyen"
Bergoglio invitó a los educadores a "custodiar el pasado -el padre sobre sus hombros- y a acompañar los jóvenes pasos del futuro"
"Nos convierte en una secta, que te cierra, que te quita horizontes: se llaman a sí mismos custodios de tradiciones, pero de tradiciones muertas"
"Debe progresar y avanzar, no permanecer cerrado". El Papa Francisco lanzó una llamada de atención a los responsables del desarrollo del Pacto Global por la Educación, a quienes pidió que no dejen caer esta apuesta, fundamental para acabar con la cultura del descarte en las escuelas, en saco roto.
Durante la recepción con los participantes en la Conferencia Internacional "Líneas de Desarrollo del Pacto Mundial por la Educación", en la que aprovechó para despedir al cardenal Versaldi, pues su dicasterio se fusiona a partir de la entrada en vigor de Praedicate Evangelium, Francisco insistió en la necesidad de abordar, a través de la educación, "la dignidad de la persona y los derechos humanos, la fraternidad y la cooperación, la tecnología y la ecología integral, la paz y la ciudadanía, las culturas y las religiones".
"Debemos aprender, y ayudar a otros a aprender a vivir las crisis, porque las crisis son una oportunidad para crecer", subrayó Bergoglio. "Hay que gestionar las crisis y evitar que se conviertan en conflictos. Las crisis te empujan hacia arriba, te hacen crecer; el conflicto te cierra, es una alternativa, una alternativa sin solución", clamó el Papa, convencido de que toda crisis "puede convertirse en un kairòs".
Custodiar el pasado y acompañar el futuro
Glosando la figura de Eneas, que "no se salva solo", Bergoglio invitó a los educadores a "custodiar el pasado -el padre sobre sus hombros- y a acompañar los jóvenes pasos del futuro". El ejemplo de la marcha de Troya permitió al Papa, además, recordar algunos principios fundamentales del pacto educativo global.
En primer lugar, la centralidad de la persona. "En cualquier proceso educativo debemos poner siempre a las personas en el centro y apuntar a lo esencial, todo lo demás es secundario. Pero nunca dejes atrás las raíces y la esperanza del futuro", pidió Francisco.
En segundo lugar, estar dispuestos a "invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad", para "asegurar el paso y la relación entre generaciones". y evitar el "indietrismo", la marcha atrás, también en la Iglesia, que "nos convierte en una secta, que te cierra, que te quita horizontes: se llaman a sí mismos custodios de tradiciones, pero de tradiciones muertas". Frente a ello, "la verdadera tradición católica, cristiana y humana", que "a lo largo de la historia crece, avanza".
En tercer lugar, "educar en el servicio", para "rechazar la tentación del descarte, de la marginación. La cultura del descarte nos quiere hacer creer que cuando algo ya no funciona bien hay que tirarlo y cambiarlo". "Así se hace con los bienes de consumo, y por desgracia esto se ha convertido en una mentalidad y acaba haciendo lo mismo con las personas", criticó. "Por ejemplo, si un matrimonio ya no funciona, lo cambias; si una amistad ya no es buena, la cortas; si un anciano ya no es autónomo, lo descartas... En cambio, la fragilidad es sinónimo de preciosidad: los ancianos y los jóvenes son como jarrones delicados que hay que custodiar con cuidado. Ambos son frágiles".
"En estos tiempos nuestros, en los que el tecnicismo y el consumismo tienden a convertirnos en usuarios y consumidores, la crisis puede convertirse en un momento propicio para evangelizar de nuevo el sentido del hombre, de la vida, del mundo; para recuperar la centralidad de la persona como criatura que en Cristo es imagen y semejanza del Creador", concluyó el Papa, quien animó a no callar. "Silenciar las verdades sobre Dios por respeto a los que no creen, sería, en el ámbito de la educación, como quemar libros por respeto a los que no piensan, borrar obras de arte por respeto a los que no ven, o música por respeto a los que no oyen".
Cortesía de https://www.religiondigital.org/
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